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El Arte de Sanar

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EL ARTE DE SANAR.

Curso de introducción a los diferentes tipos de arcillas y sus posibles aplicaciones en la rama de la salud física y mental.

 

A lo largo de los años la cerámica a tenido un papel importante en muchas civilizaciones de todo el mundo, por su belleza y por todo el proceso tan delicado que conlleva el construir un hermosa pieza que nos pueda proporcionar un recipiente en donde cocinar o en donde beber agua. Desde el inicio, fue un conjunto de leyes y elementos que acercaron a la humanidad a su mas intimo ser con la naturaleza, al unir el fuego, la tierra, el agua y el viento en un objeto, nos llevaron a la reflexión perpetua y a la apreciación libre y estética del mismo.

 

Sin embargo, existen otras aplicaciones de las diferentes arcillas que existen al rededor del planeta, ya sea por la gran variedad de elementos que estas contienen en su formulación básica, o simplemente por el lugar de donde se extraen. Al ser un elemento básico de la forma de todas las cosas, las arcillas y sus propiedades pueden ser muy útiles en la connotación de la vida del ser humano, muchas veces solo por su química, o muchas veces por la armonía del suelo de donde se extraen y de la ideología que estas absorben de los poblados que las cobijan.

 

En este curso hablaremos básicamente de estas dos vertientes, de el arte de sanar al estar en contacto directo con nuestros cuerpos y sus padecimientos, y la otra al estar en contacto con la sabiduría  que estas tierras arcillosas han cobijado en las esencias culturales de la humanidad, así, tocándolas, podremos impregnar nuestras mentes de una amplia gama de soluciones a nuestros problemas mas cotidianos.

 

  1. Arcilla Verde

 

Composición

 

Su color es debido a los óxidos de hierro ferroso y de magnesio.

Es muy rica en oligoelementos. Según en el medio en que se encuentra varía la riqueza de sus elementos (agua del mar, agua de río).

 

Propiedades

 

– Antiséptica: destruye los agentes patógenos sin agredir los tejidos sanos lindantes.

 

– Cicatrizante: por su contenido en sílice, aluminio y zinc regenera los tejidos y suaviza las cicatrices.

 

–  Absorbente: efecto drenador en infecciones purulentas, absorbe los edemas.

 

– Sedante:  Posee una acción calmante en dolores locales o generales de origen inflamatorio o traumático.

 

– Hemostático: actúa sobre el tiempo de coagulación.

 

– Remineralizante: transmite al organismo las sales minerales necesarias para su equilibrio biológico.

 

– Estimulante: las sales minerales pueden dar lugar a un aumento de la tensión arterial.

 

– Reequilibrante: aporta suficientes sales minerales para permitir al organismo recuperar las defensas naturales.

 

– Actúa como catalizador de las funciones vitales (por su riqueza en oligoelementos) aplicada en una zona vital (hígado, riñón) tiene una acción profunda.

 

Aplicaciones

 

Absceso, acné, furunculosis, quemaduras, queloides, psoriasis, herpes, onicomicosis, estrías, celulitis, aftas, artritis, lumbalgia, ciática, osteoporosis, traumatismos y contusiones, tendinitis, diarrea, hemorroides, gingivitis, migrañas, neuralgia del trigémino, menopausia, e inflamación urinaria.

 

 

 

  1. Arcilla Roja

Procede de granos cósmicos y de polvos volcánicos.

 

Composición

 

De composición similar a la arcilla verde.

Su coloración se debe al oligisto o hematita, los óxidos de hierro y cobre.

 

Propiedades

 

Es más grasa y menos absorbente que la arcilla verde. Se usa vía externa.

 

Aplicaciones

 

Abscesos, acné, lactancia materna (parar la secreción), aftas, celulitis, contusiones, callos, furúnculos, dolores musculares, problemas hepáticos, herpes, edemas, pies fríos (problemas circulatorios), transpiración excesiva, prurito, psoriasis, senos dolorosos.

En cosmética natural se usa en cabellos y pieles mixtas, grasas.

 

 

  1. Arcilla Blanca

También llamada caolinita.

 

Composición

 

Por su estructura es comparable a la arcilla verde, pero es más pobre en cuanto a oligoelementos, no contiene fósforo ni cloro ni zinc. Es una arcilla lavada por las aguas de lluvia y de arrastre, de ahí su color.

 

Propiedades

 

-Tiene un poder menos absorbente que la arcilla verde.

 

-Tiene la particularidad de tener un pH ácido (pH 5 en lugar de pH 7 de la arcilla verde) lo que la hace más aceptable para ciertos organismos.

 

-Por su poder cubriente se recomienda para la mucosa gastrointestinal.

 

-Usada como cicatrizante, vía externa, por su contenido en aluminio. Es muy útil en preparaciones vía tópica pero resulta pobre por vía interna. En todo caso, por vía interna, sólo se beberá el agua.

 

Aplicaciones * Uso conjunto de la vía externa e interna *

 

Absceso, onicomicosis, psoriasis*, alopecia, quemaduras, queloides, cicatrices, seborrea, anemia*, ansiedad* anorexia*, bronquitis, contractura muscular involuntaria*, diarrea*, parásitos intestinales*, hipertensión arterial, boqueras, flemones.

 

Se usa en productos naturales de belleza para cabellos y pieles secas, sensibles y como cicatrizante y antiarrugas, en uso externo, debido a su alto porcentaje de aluminio, exfoliante, nutriente, relajante.

 

 

 

  1. Arcilla Amarilla

Se cree que se forma en terrenos bien drenados.

 

Composición

 

Está formada por partículas muy finas compuestas de óxido de hierro férrico (xantosiderita), que contribuye a su coloración.

No contiene ni manganeso, ni zinc, ni aluminio, ni cloro. Es rica en hierro y potasio.

Esta arcilla es interesante por su porcentaje en hierro y su ausencia de aluminio.

 

Propiedades

 

Se usa para problemas óseos, en caso de fatiga intensa, combinando con la arcilla verde.

 

Aplicaciones * Uso conjunto de la vía externa e interna *

 

Absceso, cicatrices, eccema, urticaria*, úlceras, furúnculos*, herpes, anorexia*, aftas, artritis, artrosis*, luxación, distensión muscular, dolores articulares, fragilidad capilar, conjuntivitis, gota, hernia de hiato*, rinorrea.

 

 

 

 

¿Qué son los oligoelementos?

 

El término oligoelemento proviene del griego “oligo” que puede traducirse como “poco abundante” o “pequeña cantidad”.

 

Los oligoelementos son, por tanto, sustancias minerales presentes en cantidades muy pequeñas en el cuerpo humano (contenido inferior a 1 mg/kg de peso corporal).

 

Es el caso del cobre, el yodo, el hierro, el flúor, el molibdeno, el cromo, el selenio, el boro, el manganeso e incluso el cobalto.

 

Estos nutrientes, presentes en pequeñas cantidades, son esenciales para estar en forma y gozar de buena salud. De hecho, estos entran en juego en muchas funciones vitales como:

 

  • Reacciones metabólicas o enzimáticas;
  • La expresión de determinadas señales hormonales;
  • El buen funcionamiento del sistema inmunológico;
  • Fortaleciendo la fuerza de ciertos tejidos como huesos y dientes.

 

 

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